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Factores de riesgo de la salud bucodental

Factores de riesgo de la salud bucodental

Hay personas que son más propensas que otras a contraer enfermedades bucodentales. Esas probabilidades aumentan cuando algunos de los factores de riesgo de la salud bucodental están presentes. Entre los más comunes están la alimentación y la higiene bucal deficiente. Conoce más detalles, a continuación.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la salud bucodental?

Cuidar la salud bucodental es imprescindible para evitar enfermedades prevenibles. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que casi la mitad de la población mundial descuida su cuidado.

El informe de la OMS sobre la situación mundial de la salud bucodental, publicado en 2022, indica que “(45% o 3,5 mil millones de personas) padecen enfermedades bucodentales, y que tres de cada cuatro personas afectadas viven en países de ingreso bajo y mediano”.

También indica que en los últimos 30 años las enfermedades bucodentales han tenido un incremento de unos mil millones.

Las enfermedades bucodentales generan molestias y dolor, y pueden tener consecuencias a largo plazo, incluso la muerte. A pesar de ello, no siempre se garantiza el acceso a los cuidados dentales básicos y, en otros casos, el descuido es la causa principal de estos problemas.

Aunque las poblaciones de los países más vulnerables son más propensas a sufrir enfermedades bucales, también afectan en gran medida en los países desarrollados.

Ante esta situación, es importante conocer cuáles son los factores de riesgo en odontología. Entenderlos es el primer paso para tomar decisiones más acertadas en el cuidado de la salud dental.

Escasa higiene oral

Los hábitos de higiene dental escasos o ausentes son uno de los factores de riesgo principales. En la boca existen bacterias que provocan enfermedades como halitosis, caries o gingivitis, y es necesario eliminarlas.

Sin una buena higiene dental aumenta la cantidad de placa dental en la boca que, a la larga, tiene consecuencias indeseables. Incluso, puede llegar hasta la pérdida de las piezas dentales.

Por ello es importante implementar buenos hábitos de higiene dental desde la niñez. Estos incluyen cepillarse al menos dos veces al día, de preferencia después de las comidas; asimismo, hay que complementar el cepillado con el uso de seda dental y enjuague bucal.

Para el cepillado, en particular, hay que aplicar la técnica correcta, que alcance a todos los dientes. Durante tu consulta de odontología general en Salamanca, el dentista puede enseñarte cómo hacerlo.

Alimentación inadecuada

Los dientes, como el resto del cuerpo, necesitan nutrientes para mantenerse sanos. La falta de las vitaminas y minerales necesarios aumenta el riesgo de sufrir enfermedades bucodentales.

En ese mismo sentido, llevar una dieta inadecuada también provoca otros problemas de salud que afectan la salud bucodental.

Entre los alimentos que ayudan a mantener una buena salud oral están los productos lácteos (leche, queso, yogur), ya que son fuente de calcio. También los arándanos, frutos secos, alimentos ricos en fibras, frutas, verduras, pescado azul, entre otros.

Asimismo, hay que incluir el agua, puesto que estimula la producción de saliva y puede ser una fuente de flúor.

Por otra parte, hay alimentos que al morderlos ayudan a limpiar los dientes, como la manzana o la zanahoria.
exceso de azúcar

Consumo excesivo de azúcar

Además de una higiene dental deficiente, el consumo excesivo de azúcar afecta la salud bucal en niños y adultos. Por tanto, es preciso moderar el consumo de golosinas, gaseosas y alimentos procesados.

También las bebidas deportivas y los jugos de frutas con mucha azúcar provocan daños en los dientes.

El problema es que el azúcar alimenta las bacterias en la boca, lo que aumenta la producción de ácidos que dañan los dientes. De este modo hay más posibilidades de desarrollar caries.

Debido a lo anterior, es importante controlar la cantidad de azúcar que consumimos, incluso en alimentos naturales. Y después de su consumo hay que cepillarse los dientes. Otra recomendación es no comer ningún tipo de dulce antes de acostarse.

Poca prevención y escaso acceso a los servicios de salud bucodental

La prevención tiene que ver con los puntos que mencionamos antes. Si no tienes una dieta balanceada y una rutina de higiene adecuada serás más propenso a tener problemas de salud dental.

Aparte de esto es preciso acudir al dentista para aplicar tratamientos de odontología preventiva. El especialista evalúa el estado de la boca y los dientes, y te da recomendaciones para su cuidado. Además, es capaz de detectar problemas bucodentales en sus primeras etapas y tratarlos para evitar que avancen.

En este punto se incluye la falta de acceso a los servicios de salud en poblaciones vulnerables. Así como los costos de algunos tratamientos.

Es importante visitar al dentista con regularidad y no sólo cuando se presenta una emergencia dental.

Traumatismos bucodentales

Son situaciones que pueden provocar rotura o pérdida de dientes, así como otras lesiones en la cavidad bucal. Los traumatismos pueden ser consecuencias de accidentes, comportamientos arriesgados u actos violentos.

También hay causas internas capaces de producir traumatismos como mala alineación de los dientes o sufrir de bruxismo.

El bruxismo es el acto de apretar o rechinar los dientes. En consecuencia, se produce desgaste y hasta roturas en los dientes. Aparte de otras molestias como dolores de cabeza o trastornos en la articulación temporomandibular. Por eso, los traumatismos también son uno de los factores de riesgo de la salud bucodental.

Problemas de salivación

El exceso de producción de saliva se conoce como sialorrea, provoca problemas como dificultad para tragar, irritación en la piel de la cara y labios agrietados.

La producción de saliva en exceso es normal durante la dentición de los bebés. También es frecuente en personas con síndrome de Down, enfermedad de Párkinson, Alzheimer, entre otras condiciones.

Por otra parte, la poca producción de saliva es un problema para la salud bucodental, ya que esta ayuda a limpiar la boca. Además, la sequedad bucal favorece la desmineralización de los dientes.

Presencia de anomalías en el esmalte dental

Las anomalías son defectos que se presentan en los dientes y pueden provocar diferentes problemas. La fluorosis dental, por ejemplo, son manchas blancas que aparecen en los dientes por el consumo excesivo de flúor.

También existen defectos en la formación de los tejidos dentales por causas genéticas; por ejemplo, la amelogénesis y dentinogénesis imperfecta. La hipoplasia es otro factor que afecta los dientes, se trata de una condición en la que el esmalte no se forma por completo.

Otras anomalías son las fosas y fisuras en los molares que favorecen la presencia de bacterias.

En algunos casos sólo afectba la estética, pero en otros existe la posibilidad de que originen nuevos problemas de salud dental.

Enfermedades y otros problemas de salud

La salud dental puede alertar sobre otras enfermedades y condiciones. Por ejemplo, el reflujo ácido en personas con problemas digestivos desgasta el esmalte, lo que provoca dientes amarillentos y mayor sensibilidad dental.

La bulimia tiene ese mismo efecto, ya que los ácidos del vómito erosionan los dientes.

Otra enfermedad que forma parte de los factores que influyen en la salud bucal es la diabetes. Esta puede provocar sequedad en la boca y, junto con el aumento de los niveles de azúcar, aumentan la probabilidad de caries. También puede provocar periodontitis.

La malnutrición provoca anomalías en el esmalte, sensibilidad y erosión.

Así como estas, otras condiciones como el lupus, la depresión o el estrés pueden afectar la salud de los dientes.
cigarrillos y alcohol

Consumo de tabaco y alcohol

Estos productos por sí solos provocan daños en los dientes. El tabaco provoca mal aliento, manchas en el esmalte, afecta el gusto y es capaz de llevar a la pérdida de piezas dentales. Pero los riesgos van aún más allá, ya que puede llevar a sufrir cáncer de boca.

El alcohol, por su parte, promueve la aparición de enfermedades dentales debido a los ácidos de las bebidas; así como por la sequedad que provoca en la boca. Más allá de esto, también favorecen el desarrollo de enfermedades cancerígenas en la boca, faringe, laringe y esófago.

La combinación de tabaco y alcohol aumenta el riesgo de padecer enfermedades bucodentales.

Otros factores de riesgo de la salud bucodental

Además de los que mencionamos antes, existen otros factores que influyen en la salud bucodental. Entre ellos, podemos mencionar:

  • Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo.
  • Uso de piercing oral, estos pueden estar en la lengua, mejillas, los labios, incluso los colocan en los dientes. Estos pueden provocar dificultades al hablar, recesión en las encías, mal aliento, traumatismos dentales, entre otros.
  • La deshidratación provoca sequedad oral y, por tanto, aumenta el riesgo de caries.
  • Hábitos como abrir o sujetar objetos con los dientes, morder objetos duros pueden provocar traumatismos.

¿Cómo cuidar la salud dental?

Entendiendo la importancia de la salud bucal, hay que saber qué hacer para cuidar la salud de tu boca. Los principales consejos son:

  • Llevar una dieta balanceada, evitar el consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.
  • Evita el consumo de alcohol y tabaco.
  • Desarrolla hábitos de higiene adecuados, cepilla los dientes y cuida los tejidos blancos de la boca.
  • Si sufres de alguna enfermedad sistémica cumple con los tratamientos y controles respectivos. Y aumenta el control de tu salud bucodental.
  • Visita tu dentista de confianza una o dos veces al año. Si necesitas una cita de control, contáctanos.

La mayoría de estos factores de riesgo de la salud bucodental son modificables. Un cambio de hábito te llevará a proteger tus dientes.

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